lunes, 7 de mayo de 2012


Inherencia de temas fantásticos en el cuento:
 “En medio del abismo”

Si algo ha caracterizado al género literario del realismo, es la facilidad con la que se “pudo desprender” de casi todas las característica literarias anteriores a este género, principalmente de la literatura de finales del siglo XVIII y principios del XIX y como bien podemos saber (en caso de haber leído alguna obra de esta época), es que a través del romanticismo no sólo percibíamos los ideales sociales y culturales de las sociedades europeas e hispanoamericanas, sino también elementos que sólo pueden ser apreciados por medio de un estudio de mayor profundidad, como los elementos fantásticos, elementos que Tzvetan Todorov expone de forma muy apropiada en su Introducción a la literatura fantástica. La intención de este ensayo es demostrar que esos elementos siguen presentes de forma inherente en los cuentos de Pedro Castera, escritor del realismo en México.
            En su novela La taberna, Emilio Zola nos dice de forma tajante que

 …nadie ha adivinado que mi deseo era realizar un trabajo puramente filológico, que creo de gran interés histórico y social.
Por otra parte, no trato de defenderme. Mi obra es una obra llena de verdad, la primera novela referente al pueblo que no miente y que lleva el olor del pueblo. (Zola, 1973:12)


Es más que visible que Zola es uno de los mejores ejemplos de lo que el realismo y el naturalismo trataron de reflejar por medio de sus creaciones literarias, un ejemplo es el hecho de plasmar de forma fidedigna, metódica y “científica” la realidad que se vivía en esa época y claro está que tanto Emilio Zola como todos los escritores del realismo nunca dejaron de mantener esta tendencia, casi quirúrgica, de querer plasmar en toda su obra la crítica a la sociedad y su contexto. zola es uno de tantos ejemplos que existieron en esta corriente tan maravillosa y rica en temas sociales. Para darle un panorama más diversificado no podemos hacer a un lado a Fedor Dostoievski, el cual mantuvo una constante autobiográfica en su obra como lo dice en el estudio preliminar que hace T. Suero Roca sobre el autor en su novela El jugador:

Dostoievski revive en sus personajes; todos ellos son actores de su propio drama interior, bajo la máscara gesticulante de la demencia, en las convulsiones de la fiebre aguda; han sentido lo mismo que él, han pasado por donde él pasó, han sufrido y han obrado como él… (Dostoievski, 1973: 20)

Bajo una mirada crítica, podemos observar que por medio de estas palabras sobre la relación de la obra con la vida de Dostoievski, el autor analiza su propio yo hasta el extremo, pero no sólo eso, ya que sería darle un sentido reduccionista a todo su trabajo. El autor a través de sí mismo, analiza el yo universal de todos los hombres. Sé que estas palabras son muy arriesgadas pero no creo que carezcan de sentido y estén aterrizadas en el contexto creativo del escritor ruso.
            Mi intención al mostrar este par de aspectos tan trascendentales en la literatura universal pero más en concreto, en la corriente del realismo, es revelar los elementos que estos dos autores explayaron de forma magistral pero que no necesariamente lo hicieron con una intención consciente, en el primero (Emilio Zola) el escritor nos dice que su intención iba más apegada al cientificismo, pero deja muy en claro al principio de la cita, que la verdad no es enteramente de él como autor, sino que permite abiertamente que los lectores den su propia perspectiva de lo que él escribió. En el segundo autor (Fedor Dostoievski) podemos observar que el especialista que hace el estudio sobre él, deja muy en claro que el escritor nunca pudo desprender su vida de su obra, a pesar de que en el realismo un factor fundamental era englobar a una sociedad en donde el tema del yo, (tema muy del romanticismo) se tenían que hacer, hasta cierto punto, a un lado, lo cual Dostoievski no hizo. Si es cierto esto, es algo que no sabremos tal vez nunca, pero también debemos tener presente que pudo haber sido algo que el autor hizo inconscientemente lo cual le da un vínculo a sus creaciones literarias con elemento que se encuentran casi fuera del contexto de la corriente del realismo.
             A partir de esta visión, podemos comenzar a percibir la existencia de elementos que ni los mismos autores pudieron haber creído existentes en sus obras, incluso, me arriesgo a decirlo, en el momento de haberlas creado. Pero esta es una visión de la literatura europea y rusa y lo que a mí me interesa es tratar el tema en la literatura realista en Hispanoamérica, pero más en específico la de México.
            A finales del siglo XIX y principios del XX la situación que estaba viviendo la república mexicana no era más que el caos, la guerra y una pobreza que se extendía casi por todo el territorio y los movimientos en contra del porfiriato, principalmente la revolución mexicana, eran algo que se vivía día a día en este país durante esa época. Esto obligó a los autores realistas a manifestarse en contra del ideal positivista de Porfirio Díaz, para adentrarse en el tema del nacionalismo y de la búsqueda de justicia social a través de la crítica que hacían sus obras. En el caso de Pedro Castera, su trabajo literario está enfocado al mundo marginal del minero, esto debido a que el autor se volvió experto en el tema, debido a que su vida en general circulaba en torno a este sector laboral.
            En el cuento En medio del abismo, Pedro Castera nos cuenta la historia de rivalidad que surge entre dos personajes del cuento que se lleva a cabo en una mina: el administrador Don Rafael H y José el cual era cajonero de tiro. Todo el conflicto surge a partir de que José se “enamora” de la mujer de Don Rafael para después sufrir la reprimenda por parte de su jefe al enterarse de esa situación, lo cual provoca un odio vengativo en José, el cual lo único que quiere es asesinar a su jefe, intentándolo, fallando y muriendo desafortunadamente en su intento por hacerlo. En este breve resumen del cuento podemos ver de manera superficial la rapidez en que ocurre a acción y podemos considerar que esa era una de las intenciones de esta obra, debido a que es lo que le da una sensación de vertiginosidad, provocando en el lector un horror a la hora en que el narrador cuenta lo sucedido, aquí podemos percibir un primer elemento fantástico, dice Todorov que “lo fantástico implica no sólo la existencia de un acontecimiento extraño, que provoca una vacilación en el lector y el héroe, sino también una manera de leer…”(Todorov, 2009: 29)
Al momento en que leemos este cuento, hacemos a un lado el concepto de realidad, para centrarnos enteramente en una imagen impactante, imagen que es provocado por la velocidad de los acontecimientos y la fatalidad que llevan arrastrando, debido a la imposibilidad del personaje por poder salvarse de esta tragedia: “el palo comenzó a inclinarse sobre el fondo del abismo… Las manos de Don Rafael se crisparon con desesperación sobre la roca y… su pensamiento se puso más sombrío que las profundas tinieblas que lo rodeaban” (Castera, 197: ). La primera impresión que deja este tipo de descripción del cuento es la sensación de horror, sentimiento que el escritor Uruguayo Gerardo Bloomerfield lo describe como “un sentimiento fugaz e indigerible el cual la mente sistemáticamente lo rechaza, pues no es capaz de contenerlo… La catarsis muchas veces es la risa, hay situaciones tan horribles que uno sólo puede reír ante ellas, no por felicidad sino por angustia o desesperación” (Bloomerfield, 2002: 10). Estas son las sensaciones que uno como lector puede llegar a sentir a la hora de leer este cuento y el ejemplo más claro son los momentos de mayor tensión que está viviendo Don Rafael:
           
La sangre se le agalopaba en la cabeza, sus sienes palpitaban con fuerza, y el terror no le permitía escuchar más que aquel crujir de la madera que se rompía.
Sus manos se clavaron en la roca como si fuesen de acero, y lleno de ansiedad levantó la mirada… (Castera, 197: )

            Ahora bien, a partir del tipo de lectura de Todorov y del horror descrito por Bloomerfield, podemos adentrarnos en un elemento fantástico de mayor complejidad, el cual se ve inmerso en toda la obra y que de forma superficial sería muy difícil de encontrarlo, para esto haremos referencia a que en toda la historia del cuento de Castera surgen una cantidad de acontecimientos que se van entrelazando uno con otro hasta llegar a la muerte del que en algún momento intentó ser el asesino, obviamente me refiero a Juan. Partamos del principio, Juan que es un cajonero se ve inmerso en una situación desfavorable al momento de que el administrador (Don Rafael) se entera de que se quiere inmiscuir con su mujer, lo cual lleva a que Rafael le da una paliza, provocando en el trabajador un rencor y el intento, casi fructuoso, de asesinarlo rompiendo la cuerda que lo mantenía suspendido en la mina, este intento de asesinato se ve perdido a la hora en que Don Rafael se puede sostener de una madera para no caer, Juan baja a recoger el cuerpo sin saber que todavía seguía vivo, Rafael salta en la cuerda… todos estos acontecimientos son a lo que Todorov llama

un determinismo generalizado, de un Pandeterminismo: todo, hasta el encuentro de las diversas series causales (o ‘azar’), debe tener su causa, en el sentido pleno del término… En otras palabras, en el nivel más abstracto, el pan-determinismo significa que el límite entre lo físico y lo mental, entre la materia y el espíritu, entre la cosa y la palabra, deja de ser cerrado (Todorov, 2009, 89-91)

Es en este plano de lo fantástico en donde “ninguna” obra puede escapar de su inherencia a este tipo de temas, el Pandeterminismo de Todorov, es un elemento que trasciende las fronteras del género literario y se adhiere de forma al cuento En medio del abismo, si consideramos que los acontecimientos que se nos van revelando en la obra están increíblemente ligados, para darnos una historia donde el ajuste de cuentas, a pesar de ser planeado con anticipación, puede dar un vuelco sorprendente, casi mágico, inclusive en obras del realismo, como la que estoy tratando aquí. Por lo tanto, yo considero que el tema de lo fantástico sí es parte de la obra de Castera, pero debo dejar en claro que no todos los temas fantásticos pueden sumarse a este tipo de estudio tan arriesgado, puesto que se caería en la sobre interpretación de la obra.
BIBLIOGRAFÍA:
·          Castera, Pedro. (). Las minas y los mineros. D.F. México: UNAM
·         Zola, Emilio. (1973). La taberna. D.F. México: Lito ediciones Olimpia, S.A.
·         Todorov, Tzvetan. (2009). Introducción a la literatura fantástica.  D.F. México: Ediciones Coyoacán.
·         Dostoievski, Fedor. (1973). El jugador. Barcelona: Editorial Bruguera.
·         Bloomerfield, Gerardo. (2002). Con el sudor de tus venas. Uruguay: Editorial Letras Negras.
·         Buenas tareas. 7 mayo 2012. < http://www.buenastareas.com/ensayos/El-Realismo-En-Mexico/459853.html>

viernes, 30 de marzo de 2012

CASTERA Y LA MUERTE VIOLENTA

Un factor imprescindible en cualquier obra del realismo es mantener un trasfondo de crítica social, un ejemplo claro es una de los posibles análisis de Madame Bobary que Alain Verjat nos muestra en el segundo tomo de Los forjadores del mundo contemporáneo: 

Una lectura algo más mal intencionada permite interpretar el personaje de Emma Bobary no como culpable de los desmanes pasionales relatados, sino como víctima de una sutil y poderosa maquinación, de una irresistible conspiración tramada por el poder y destinada a intoxicar las mentes vírgenes o débiles con los fantasmas que llevan a Emma al tedio, a la desesperación y por fin a la muerte. (Pujol, 1990: 11)

 Es evidente que en esta lectura que hace Verjat sobre Madame Bobary podamos percibir de forma más visible esa transgresión social que proviene constantemente de una creación del realismo y esto es algo que encontraremos de forma constante en cualquier otra obra de la corriente literaria europea del siglo XIX. Pongamos el ejemplo de La taberna de Emilio Zola, en el prólogo de esta magnífica novela el autor nos dice de forma directa lo siguiente:

He pretendido retratar la fatal decadencia de una familia obrera en el corrompido ambiente de nuestros arrabales. Al extremo del alcoholismo y el ocio, se hallan el relajamiento de los lazos familiares, la inmundicia de la promiscuidad, el progresivo olvido de los sentimientos honestos y, luego, como desenlace, la ignominia y la muerte. Se trata, simplemente, de la moral en acción. (Zola, 1973: 11)

            Con este fragmento del  prologo,  Zola hace referencia a un elemento que también vemos enmarcado en la lectura que hace Verjat sobre Madame Bobary y ese es el elemento muerte, elemento que es resultado de los procesos que viven los personajes protagónicos o de gran importancia en la obra, que no son necesariamente los principales o el principal (en caso de que el peso de la obra recaiga sobre un solo personaje). Lo cual nos lleva a la pregunta de saber si el realismo mexicano del mismo siglo mantuvo esta norma. Esto lo sabremos a partir del análisis del cuento de Pedro Castera En la montaña, el cual es parte de la antología “La mina y los mineros” de 1882. En esta narración podemos ver, como a través de una extensa y minuciosa descripción de la vida minera en el Estado de Guerrero no se puede escapa, ni si quiera en los momentos de festejo o júbilo, a la fatalidad de la muerte, mostrándonos un determinismo no sólo de condición social sino también uno en el cual el infortunio, sin importar las circunstancias o quién las viva, es algo que no perturba la pasividad y la cotidianidad de las personas de Jocotitlán (pueblo de Guerrero en donde se centra el cuento) lo cual nos dar a entender que el constante contacto con esta condición vuelve a las personas en seres hasta cierto punto insensibles. Pero no podemos permitirnos dar todo el peso de esta condición humana enteramente al constante contacto con la desgracia, existe infinidad de factores que sirven como trampolín para provocarla y pensando de forma crítica es posible extraer algunos de estos elementos sin la necesidad de caer en la sobre interpretación de la intencionalidad del autor que muestra en su obra, en este caso la de Pedro Castera. Unos componentes de gran valor que podemos extraer de esta obra y que también se mantuvieron vigentes en grandes novelas realistas de Europa son la pobreza y la ignorancia, como lo dice Zola en su prólogo de  La taberna:

…la primer obra referente al pueblo  que no miente y que lleva el olor del pueblo.
En modo alguno se ha de llegar a la conclusión de que todo el pueblo es malo, pues mis personajes  no son perversos, sino solamente ignorantes, corrompidos por el ambiente de rudo trabajo y de miseria en que viven. (Zola, 1973: 11)

A partir de esto es imposible prescindir de los elementos que hasta ahora hemos descrito del realismo, lo cual nos lleva directamente a ver reflejada esta condición literaria en el cuento de Castera, el cual muestra sin ningún esfuerzo a la muerte, la pobreza y la ignorancia como fundamentales en esta narración.
Pero para que Pedro Castera le diera ese aire de realidad fidedigna a su obra fue necesario tener un acercamiento con ese sector el cual hace referencia en su cuento y nos referimos, obviamente, a los mineros marginados de la sierra de Guerrero. Este aspecto es de gran trascendencia considerando que, si la intención del autor es reflejar un aspecto social por más pequeño que sea es realmente necesario reflejar en sus personajes algo real y concreto, aun cuando el autor incluya ciertos detalles que posiblemente no haya visto en este sector de la sociedad del cual formo parte para realizar su creación literaria. Por fortuna Castera logró de forma increíble plasmarlo. Consideremos en primer punto que el autor, además de ser escritor trabajó durante muchos años en el ámbito minero, provocando así que los temas que transmite en sus obras sean “veraces” (entendiendo únicamente a los temas de crítica social inmersos en el cuento) y algo que le da mayor fiabilidad es el constante uso de arcaísmos del español así como de palabras que son empleadas en la minería como por ejemplo: “El alabado lejano de los barreteros que iban a comenzar su trabajo de noche…”(Castera, :161)
            Con anterioridad se dijo que existen tres elementos que explayan el ideal realista-literario de la época (muerte, pobreza e ignorancia) y aun cuando en esta obra, Castera de forma "exagerada" y poética nos muestra lo imponente que es la majestuosidad del paisaje: “Por el poniente se hundía en un inmenso océano de montañas áridas y secas, oleadas de granito petrificadas que forman la mayor parte del Estado de Guerrero y en las que se reverberan los rayos solares produciendo un mar de fuego chisporreante.” (Castera, :161) le resulta muy fácil retomar lo trágico para cerrar el cuento de forma espectacular, pero este punto lo trataremos más adelante, ahora lo importante es mostrar ese naciente relación entre el pobre y esa clase social, que es oprimida por el poder del capitalismo. Nos referimos, claro está, al proletariado. La intención de mostrar esta relación, es porque hay una concordancia que todos nosotros conocemos, pero que pocos se dan a la tarea de comprender que en un país como México, en un tiempo donde fue gobernado por un “dictador” el hecho de provenir de una clase trabajadora, en este caso la minera, no significaba que la paga monetaria fuera justa o que las jornadas laborales comparadas con los salarios fueran equitativas y humanas. En ese entonces al igual que ahora, la condición del trabajador nunca ha sido la correcta.
            Existe una muy peculiar analogía que Roland Barthes en su texto de mitologías hace sobre este tema, en ella  pone como ejemplo la película Tiempos Modernos de Charles Chaplin, en donde el personaje principal fundamenta los dos conceptos mencionados en el párrafo anterior (pobre y proletario) Barthes nos dice que:

“Ahí Carlitos rosa sin cesar el tema proletario, pero jamás lo asume políticamente; nos ofrece un proletario aún ciego y mistificado, definido por la naturaleza inmediata de sus necesidades y su alienación total en manos de sus amos (patrones y policías). Para Chaplin, el proletario sigue siendo un hombre que tiene hambre.” (Barthes, 2010: 44-45)

Esto que nos dice Barthes con sus palabras que son una interpretación de la obra fílmica de Charles Chaplin, nos dice todo lo que necesitamos saber sobre la condición de pobreza que vive el proletario o trabajador y es algo que claramente Castera hizo muchos años antes con  En la montaña,  en este cuento con ese lenguaje poético característico de la obra nos va describiendo que dentro de la belleza natural de Jocotitlán la gente que reside ahí vive bajo un régimen rutinario que va desde las costumbres que sus antepasados les legaron como la procesión folklórica de una boda a las jornadas nocturnas que los barreteros tienen que mantener, todo esto haciéndolo de forma autómata y en condiciones deplorables “…la inquietud del peligro, la fatiga del trabajo y la lucha sorda que se desencadenaba en aquellos seres, más violenta que la que rugía en el exterior. ¡Triste condición la de buscar con afán riquezas en vez de inteligencia, tesoros en vez de corazón!” (Castera, :162) este es el ejemplo claro de la obra sentimental y cruda del realismo en México.
            Anteriormente se hizo la mención que en este cuento Pedro Castera engloba los tres temas que han sido considerados en este ensayo como de gran importancia (muerte, ignorancia y pobreza) para la corriente literaria del realismo además del uso de arcaismos y podemos considerar que lo hace de una forma impresionante, si reparamos que este tipo de escenas, donde se muestran estos tres temas, no son nada frecuentes en obras de este tipo y de esa época, escenas fuertes y de una carga de violencia que realmente uno nunca espera, sobre todo después de leer un cuento con una constante descripción poética de la zona, lo cual llega a provocar cierto tedio al leerlo pero que de una u otra forma te atrapa hasta el final donde lo que podemos considerar el personaje principal que a la vez hace de narrador intradiegético se percata de que la casa donde se encontraban los novios de la boda, a la que el recientemente había hecho acto de presencia por asares del destino, se había derrumbado después de una fuerte tormenta, por lo cual se acerca y ocurre lo siguiente:

-¿Qué ha pasado aquí?-le interrogué a uno de los que escarbaba la tierra.
-Nada, siñor amo: Dios lo puso ansina; el agua tan juerte redumbó el terreno y con las piedritas los dos se murieron.
-¿Y ahora qué buscas- le volví a interrogar.
-Pos a él siñor; ella, la Coralllo, está ahí…-y el peón me señalaba un montón de escombros, al cual me aproximé.
…la joven se encontraba desnuda y tendida encima de un sarape, cubierta con un pedazo de manta ensangrentada …el cráneo estaba hecho pedazos por algún trozo de roca …porque entre los cabellos se veían los sesos mezclados con las flores marchitas y deshojadas ya.(Castera, :164)
           
Con este fragmento podemos concluir que la obra de Castera no carece de ningún elemento que el realismo europeo tenga como trasfondo en sus páginas y que además de estar a la altura de éstas, nos ofrece un elemento de crueldad a niveles que pocas veces veremos en obras populares de la época, por lo cual podemos afirmar que Pedro Castera y su obra se mantiene al margen del realismo canónico del siglo XIX.



BIBLIOGRAFÍA:

·         Barthes, Roland. (2010). Mitologías. D.F. México: Siglo veintiuno editores.
·         Castera, Pedro. (). Las minas y los mineros. D.F. México: UNAM
·         Pujol, Carlos. (1990) Forjadores del mundo contemporáneo, los 126 personajes que más han influido en la formación de nuestro mundo, (vols. 1-4). Barcelona España: Planeta.
·         Zola, Emilio. (1973). La taberna. D.F. México: Lito ediciones Olimpia, S.A.



           

domingo, 25 de marzo de 2012

Abstract (ensayo final)

Este trabajo se centrará en una ínfima parte de la obra ficcional del escritor mexicano Pedro Castera; refiriéndome sólo a la antología Las minas y los mineros de la cual tomaré los siguientes cuentos: Una noche entre los lobos y En medio del abismo. De dichos cuentos se desprenden elementos narrativos de gran interés para ser analizados. Mi hipótesis es que en estos relatos encontramos, de forma inherente, temas de literatura fantástica, como el "pandeterminismo" y posiblemente "el desdoblamiento de la personalidad" y "la crueldad, fuente o no de placer." Es importante resaltar que estos temas fantásticos son elementos que difícilmente encontramos en la corriente literaria del realismo (en ente caso el realismo mexicano).

Bibliografía:

1) Castera, Pedro. (). Las minas y los mineros. D.F. México: UNAM.
    2) Todorov, Tzvetan. (2009). Introducción a la literatura fantástica.  D.F. México: Ediciones Coyoacán.
        3) Bretón, André. (2007). Antología del humor negro. Barcelona España: Editorial Anagrama.
       
      Objetivos:

      Con este análisis literario pretendo comprobar que los elementos fantásticos son una parte muy importante de la narrativa de Castera, a pesar de que el escritor no haya tenido la intención de incluirlos en sus obras, limitándome únicamente a sus cuentos.
      Pretendo también contribuir a mostrar una perspectiva más universal de la obra de Pedro Castera, la cual ha sido muy poco estudiada.
      Justificación:

      La justificación de este ensayo es que en cualquier obra narrativa podemos encontrar los temas fantásticos que Todorov nos ofrece en su obra Introducción a la literatura fantástica, lo cual nos permite abordar el texto desde diferentes perspectivas de análisis literario.